Charlamos con el investigador del MIOMeT sobre su último paper y la experiencia que está suponiendo su doctorado
Álvaro García-Romero acaba de estrenar artículo. Lo hizo hace apenas un mes bajo el nombre ‘Cation- and Anion-Mediated Supramolecular Assembly of Bismuth and Antimony Tris(3-pyridyl) Complexes’ en la revista Inorganic Chemistry.
“Este artículo es la culminación del bloque principal de mi tesis doctoral, una tesis bastante homogénea, por decirlo de alguna manera; todos los artículos están muy relacionados entre sí, pero este último ha sido un poco distinto. En nuestro grupo trabajamos con química molecular y solemos hacerlo en disolución, es decir, sintetizamos moléculas solubles para poder estudiarlas más fácilmente”, explica el investigador del GIR MIOMeT.
“En esta investigación hemos obtenido estructuras poliméricas, -que no son solubles-, y ha sido un reto, ya que he tenido que aprender nuevas técnicas para poder estudiar las muestras en estado sólido”.
Echando la vista atrás
Este es el cuarto artículo que publica García-Romero como primer autor, así que le preguntamos cómo ha sido la experiencia respecto a la primera vez que publicó. “Acordándome del primer artículo, cuando estás casi empezando la tesis, muchas veces no sabes por dónde continuar y te encuentras un poco perdido. Ahora que ha pasado el tiempo has desarrollando intuición química, tienes más experiencia, eres capaz de buscar bibliografía por ti mismo, etc. Antes recurría continuamente a mis tutores y actualmente soy un poco más independiente”, reconoce.
“El paper ha ido relativamente rápido para los tiempos que nos movemos los investigadores. Obtuve el primer compuesto antes de la cuarentena por COVID-19, en marzo de 2020, y luego estuvimos parados un tiempo. Lo retomé a la vuelta y, en total, -incluyendo su publicación-, ha sido un periodo de año y medio”.
Tesis por compendio
En el GIR MIOMeT, sus doctorandos presentan la tesis doctoral mediante un compendio de artículos, a diferencia de otros grupos de investigación en los que solo necesitan la publicación de un paper para defender la tesis. ¿Esta modalidad expone a un mayor estrés a los doctorandos? García-Romero lo ve como un punto a favor.
“Puede parecer un poco intimidante al principio, pero a los investigadores predoctorales nos conviene tener nuestro trabajo publicado. Al final, tu carrera académica depende de ello. Lo que no está publicado, en el sistema actual en el que nos movemos, parece que no existe. Por mucho que tengas buenos compuestos y resultados, si no están publicados… no vas a ningún sitio. Es la triste realidad”, expone.
“Para acabar la parte experimental, aunque no tengas escrito el artículo completamente, necesitas un borrador. Tú puedes trabajar mucho en el laboratorio y abrir muchas líneas, pero si no las terminas y no llevas una dirección, cuando vayas a escribir tendrás problemas. Y eso lo mejoras publicando. Luego está la escritura de los papers, que considero que es algo bastante complicado y que cuando lees otros trabajos, te das cuenta que esta escritura es casi tan importante como la química. Un buen trabajo mal escrito no luce tanto, pero igual uno que no sea tan completo, -si las conclusiones son claras y con ellas aprendes algo-, tiene éxito. Un artículo no es una colección de compuestos”.
Continuar por el camino marcado
El investigador del IU CINQUIMA sigue paso a paso avanzando en el camino de completar su tesis doctoral basada en compuestos tris-piridil. “Estos son compuestos que tienen tres piridinas, actúan como ligandos y estructuralmente son muy sencillos. Al principio trabajaba con compuestos en el que el nitrógeno estaba en la posición dos de la piridina, compuestos 2-piridil. A medida que ha avanzado mi tesis pasé a tener el nitrógeno en la posición tres, que son compuestos 3-piridil. Esto hace que el nitrógeno se pueda coordinar a un metal, pero los tres nitrógenos que posee la molécula no pueden hacerlo al mismo. Esto se debe a motivos geométricos”, nos explica mientras dibuja en un papel la estructura de los compuestos.
A Álvaro todavía le queda más de un año para finalizar la tesis, así que todavía tiene mucho por hacer. “La idea es terminar lo que tengo aún abierto con la publicación de otro paper e irme de estancia, además de acudir a algún congreso. A ver si el COVID-19 nos deja de una vez poder viajar con tranquilidad”, finaliza.