PREGUNTA 1 y 2
“Elegí el grado de Química porque no llegué a la nota para Matemáticas o Física, aunque también me gustaba la Química. Además tuve un profesor en Bachillerato que nos llevaba a los laboratorios, hacíamos bastantes experimentos y me llamó la atención. Ya en el grado, en cuanto a dificultad, no me parece súper complicado. Sí que es verdad que lo que ves en las prácticas de laboratorio no tiene nada que ver con lo que llevas a cabo en el TFG. La experiencia real, digámoslo así, llega con el Trabajo Final de Grado”, reconoce Javier de la Sierra.
“En mi caso, en principio quería hacer Farmacia o Fisioterapia, pero también coincidí con una profesora de química en Bachillerato que daba muy bien las clases y la investigación me atraía, aunque no sabía en profundidad de qué se trataba. La carrera no me ha costado en exceso, pero cuando entras a hacer el TFG no es parecido a nada de lo que has hecho en prácticas anteriores, como ha dicho Javi. Te enseñan muchas cosas y te das cuenta que no todo sale a la primera”, nos explica Sara Villalba.
Javier pesando en el laboratorio
“Yo me metí en Química porque desde pequeño me ha gustado cacharrear, mezclar cosas… y encima vi la serie de ‘Breaking Bad‘, que me encantó (se ríe). Una vez entras en la carrera, el primero curso te da un poco de miedo porque se nota el cambio, pero te vas acostumbrando. Sí que es verdad que las prácticas de laboratorio son una pequeña introducción, igual muy pequeña, de lo que te espera el resto de experiencias» nos explica Miguel Rodríguez.
PREGUNTA 3
“En el TFG aprendes más rápido que en las asignaturas que te enseñan en la carrera porque tienes unos plazos que cumplir y apenas cuentas con unos meses. Lo bueno es que formas parte de un grupo de gente que se dedica a ello y que saben mucho. Ahí aprendes escuchando a tus compañeros y equivocándote”, admite Javier.
«A base de escuchar, como dice Javi, y preguntar, vas aprendiendo. Cada día conoces algo nuevo que no sabías; si no te toca pelearte con los equipos porque no los controlas todavía, hay una reacción que no te sale. Y si no es eso, es otra cosa. Pero he disfrutado y aprendido a partes iguales», señala Miguel.
“La experiencia de hacer el TFG en Catálisis y Polímeros ha sido muy buena porque te enseñan a interpretar los resultados, a funcionar con los equipos y eso te viene genial para el futuro. Yo en primero de carrera ya estuve en verano en este mismo grupo y acabé muy contenta. Por eso no dude en hacer mi TFM con ellos. Estoy muy agradecida de lo que me han enseñado», finaliza Sara.